Querido Doc:
Convivo hace tres años con una mujer de 26 que tiene un hijo de 6. Yo tengo 23 y hace unos meses me enteré que seré padre por primera vez, lo que me tiene feliz. Es lo mejor que me ha pasado en mi perra vida.
La relación con mi pareja ha sido el mayor sufrimiento de mi vida. Ella depende totalmente de su mamá, a la que odio con todas mis fuerzas, porque con su marido han hecho mi relación imposible. Me han humillado y me tratan de lo peor, siendo que soy trabajador, llegué a la universidad, amo a mi pareja y a su hijo, incluso más que el weón del padre, que no le da ni un peso, repitió cursos y es drogadicto.
No sé qué hacer. Amo con todo mi corazón a mi mujer, pero no aguanto que sea mamona. Nosotros vivimos solos y cada vez que no estoy se va donde los papás, y los tengo que ver todos los días porque los viejos no tienen nada más que hacer que ir a mi casa.
No quiero destruir lo que construí. Quiero casarme con ella y vivir para siempre a su lado, pero ya no aguanto verles la cara a mis suegros todos los días.
He hablado con ella miles de veces, pero siempre termina igual. ¿Qué hago? He intentado matarme dos veces con pastillas y he llegado intoxicado a la posta, pero creo que la tercera es la vencida. Ayúdeme antes que sea demasiado tarde.
weón tonto
Estimado merme:
¿Quiere que le diga lo que realmente creo? Según mi modesto parecer, suicidarse es una soberana tontera, una cobardía. Además de que no hay vuelta atrás, se renuncia a un sinfín de cosas bellas que tiene la vida, como ese hijo suyo que está por nacer.
También pienso que los suicidas decididos jamás viven para contarlo, como ya le ocurrió a usted dos veces. Si terminó haciendo arcadas en la posta es porque sólo quería llamar la atención de su pareja, así que córtela con eso de que la tercera será la definitiva.
Cuando estudiaba en la universidad un compañero de pensión andaba con esa misma funcia. Dio el gas, pero tenía la ventana de su pieza abierta. Al final el que casi para las chalas fui yo. Le saqué cresta y media.
Concuerdo en que su pareja es mamona y sus suegros, una pesadilla, pero no es manera de arreglar las cosas. Creo que como jefe de hogar debe ponerse los pantalones y hablar seriamente con su mujer, sin ponerse violentón, pero tampoco haciendo pucheritos. Dígale cuánto la ama, pero explíquele que esa no es la vida que soñó para ambos.
Si ella pasa tanto tiempo junto a su familia quizá es porque se siente sola y usted no la apaña todo lo que debiera. En ese sentido no le vendría mal hacer un mea culpa y tratar de enmendar el rumbo.
Por último, por más hinchadores que sean los suegros, haga un esfuerzo por tolerarlos. Y si toma pastillas, que sean de amnesia, para olvidar los malos ratos.